España no está dormida.
Esta es la conclusión que podemos sacar de los últimos movimientos y manifestaciones que están sucediéndose en todo el país en protesta por la falta de gobernabilidad y olvido por parte de la clase política de su pueblo. Una clase política que se ha centrado en peleas bipartidistas y ha dejado de cumplir con su función de servicio a los ciudadanos.
La plataforma DEMOCRACIA REAL YA, es una muestra más y más fuerte del cambio social a nivel mundial que vivimos. Como comentaba mi amigo Enrique Tarragó en uno de sus post basándose en una teoría de Don Tapscott, "esto no es una crisis, es un cambio histórico". La ERA DIGITAL ha provocado en los países árabes, menos desarrollados que occidente, un cambio social, gracias al movimiento de masas. La gente se comunica en tiempo real y sale a la calle en tiempo real. Ahora sucede en nuestro país, supuestamente superdesarrollado, imaginaos lo que puede significar una movilización como esa aquí.
Ayer por la noche, varios canales informativos de televisión debatían sobre este tema. Independientemente del color político todos coincidían en dos aspectos:
1. Es positivo y necesario y ya estaba tardando en producirse una protesta como ésta.
2. Por desgracia un movimiento como éste, carente de liderazgo corre el peligro de desvanecerse pronto, aunque tampoco sería necesaria su continuidad, puesto que la función de protesta ya se ha cumplido.
Personalmente coincido totalmente con ambas conclusiones, pero me gustaría dar un paso más que abra un debate fundamental e imprescindible para nuestro futuro inmediato. Considero que la ciudadanía sólo dispone de dos armas para expresarse en democracia: la libertad de expresión mediante manifestaciones o similares y nuestro derecho y deber de votar. Sólo dos, pero muy potentes.
Precisamente las manifestaciones que hay desde el pasado domingo, deberíamos apoyarlas todos sin excepción, recriminando y apartando a la minoría antisistema que se suma a ellas al igual que lo hacen con las celebraciones deportivas o lo que sea con tal de tener una excusa para hacer el imbécil. El mensaje es claro, estamos hartos de que los políticos nos mientan, jueguen con nosotros y hasta nos roben. La situación económico-social es insostenible con 5 millones de parados o más y con perspectivas a corto plazo muy negativas en todos los aspectos para el bienestar.
Pero, sin embargo, se está despreciando a la otra herramienta de la que disponemos en democracia. Los manifestantes están animando a no votar o votar en blanco el próximo domingo en señal de protesta, pero la realidad es que el NO VOTO es igual a NO MANIFESTARSE. Es cierto, lo que razonan muchos amigos míos: "a quién vamos a votar si no creemos en el mensaje de ningún partido". Pero, en mi humilde opinión, votar a un tercer partido es la mejor protesta contra los dos mayoritarios para el que quiera oponerse al bipartidismo. Ese es el mensaje para los votantes que no se casan con azules o rojos, porque los que sí se atribuyen un color no dejarán de votar a su "equipo".
Hay una tercera opción que planeaba entre los manifestantes de Sol anoche: estructurar las ideas y organizarse para convertir el movimiento espontáneo en un grupo representativo con bases, propuestas y un objetivo claramente definido. Pero para ello se necesitan líderes que trabajen desinteresadamente como simples canales de comunicación de la plataforma y eso parece una utopía.
Ahí está el debate, votar a los de siempre esperando a que dejen de engañarnos algún día, votar a un tercero cercano a los ideales propios, no votar o votar en blanco. Ninguna opción es fácil o garantiza un futuro mejor, pero una cosa está clara, algo está cambiando y el futuro no será tal y como lo conocemos, ya lo decían los mayas. Para bien o para mal.